CONFESION DE FE

Confesión de Fe

Si quieres conocer de forma más completa cuáles son nuestras convicciones, puedes leer los postulados de la Confesión de Fe de la Unión Evangélica Bautista de España que nosotros suscribimos:


I. LAS ESCRITURAS

    Creemos que la Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados, y que es tesoro perfecto de instrucción celestial (1) ; que tiene a Dios por autor, por objeto la salvación, y por contenido la verdad sin mezcla de error (2) ; que revela los principios según los cuales Dios nos juzgará (3) siendo por lo mismo, y habiendo de serlo hasta la consumación de los siglos, centro verdadero de la unión cristiana, y norma suprema a la cual se debe sujetar todo juicio que se forme de la conducta, las creencias y las opiniones humanas.

I-(1) 2ª Timoteo 3:16-17; 2ª Pedro 1:21; 2ª Samuel 23:2; Hechos 1:16
I-(2) Proverbios 30:5-6; Juan 17:17; Romanos 3:4; Apocalipsis 22:18, 19
I-(3) Romanos 2:12; Juan 12:47, 48; 1ª Corintios 4:3; Lucas 10:10, 16; 12:47, 48

II. EL DIOS VERDADERO

    Creemos que Las Escrituras enseñan que hay un Dios viviente y verdadero, y solamente éste, Espíritu infinito e inteligente, cuyo nombre es JEHOVÁ (YO SOY), Hacedor y Arbitro Supremo del cielo y de la tierra (1) , indeciblemente glorioso en santidad (2) , y merecedor de toda la honra, confianza y amor posibles (3) ; que en la unidad de la Divinidad existen tres personas que son: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (4) ; iguales éstos en toda perfección divina, desempeñan oficios distintos, pero que armonizan en la grande obra de la redención.

II-(1) Juan 4:24; Salmos 83:18; Hebreos 3:4; Romanos 1:20; Jeremías 10:10
II-(2) Éxodo 15:11; Isaías 6:3; 1ª Pedro 1:15; Apocalipsis 4:6, 8
II-(3) Marcos 12:30; Apocalipsis 4:11; Mateo 10:37; Jeremías. 2:12, 13
II-(4) Mateo 28:19; Juan 15:26; 1ª Corintios 12:4, 6

III. LA CAÍDA DEL HOMBRE

    Creemos que Las Escrituras enseñan que el hombre fue creado en santidad, sujeto a la ley de su Hacedor (1) ; pero que por la transgresión voluntaria cayó de aquel estado santo y feliz (2); por cuya causa todo el género humano es ahora pecador (3) , no por fuerza, sino por su voluntad; hallándose por naturaleza enteramente desprovisto de la santidad que requiere la ley de Dios, positivamente inclinado a lo malo, y por lo mismo bajo justa condenación (4) , sin defensa ni disculpa que le valga (5) .

III-(1) Génesis 1:27, 31; 2:16; Eclesiastés 7:29; Hechos 17:26
III-(2) Génesis 3:6-24; Romanos 5:12
III-(3) Romanos 5:15-19; Juan3:6; Salmos 51:5.
III-(4) Efesios 2:3
III-(5) Ezequiel 18:19, 20; Romanos 1:20; 3:19; Gálatas. 3:22

IV. EL CAMINO DE SALVACIÓN

    Creemos que Las Escrituras enseñan que la salvación de los pecadores es puramente gratuita (1) , en virtud de la obra intercesora del Hijo de Dios (2) ; quien cumpliendo la voluntad del Padre, se hizo hombre, pero exento de pecado (3) ; honró la ley divina con su obediencia persona, y con su muerte dio plena satisfacción por nuestros pecados (4) , resucitó después de entre los muertos, y desde entonces se entronizó en los cielos; que reúne en Su persona admirabilísima las simpatías tiernas y las perfecciones divinas, teniendo así por todos estos motivos las cualidades que requiere un Salvador idóneo, compasivo y omnipotente (5) .

IV-(1) Efesios 2:5; Mateo 18:11; 1ª Juan 4:10; 1º Crónicas. 3:5-7; Hechos 15:11
IV-(2) Juan 3:16
IV-(3) Filipenses 2:6-7
IV-(4) Isaías 53:4, 5
IV-(5) Hebreos 7:25; Colosenses 2:9

V. LA JUSTIFICACIÓN

    Creemos que Las Escrituras enseñan que la justificación es el gran bien evangélico que asegura Cristo (1) , a los que en Él tengan fe (2) ; que esta justificación incluye el perdón del pecado (3) , y el don de la vida eterna de acuerdo con los principios de la justicia; quien da esta justificación exclusivamente mediante la fe en Él, y no por consideración de ninguna obra de justicia que hagamos; imputándonos Dios gratuitamente mediante esta fe la justicia perfecta de Cristo (4) : que nos introduce a un estado altamente bienaventurado de paz y de favor con Dios, y ahora y para siempre hace nuestros todos los demás bienes que hubiéramos menester (5).

VI-(1) Juan 1:16; Efesios 3:8
VI-(2) Hechos 13:39; Romanos 5:1
VI-(3) Romanos 5:9; Zacarías 13:1; Mateo 9:6; Hechos 10:43
VI-(4) Romanos 5:19; 3:24-26; 4:23-26
VI-(5) Romanos 5:1, 2.

VI. EL CARÁCTER GRATUITO DE LA SALVACIÓN

    Creemos que Las Escrituras enseñan que el evangelio nos abre la puerta a todos los bienes de la salvación (1) que es deber de todos aceptarlos inmediatamente con fe cordial, arrepentimiento y obediencia (2) y que el único obstáculo para la salvación del peor pecador de la tierra es la perversidad de éste, y su repulsa voluntaria del evangelio (3) repulsa que le acarrea condenación agravada (4).

VI-(1) Isaías 55:1; Apocalipsis 22:17
VI-(2) Hechos 17:30; Romanos 16:26; Marcos 1:15-17
VI-(3) Juan 5:40; Mateo 23:37; Romanos 9:31, 32
VI-(4) Juan 3:29; Mateo 11:20; Lucas 19:27; 2ª Tesalonicenses 1:8

VII. LA REGENERACIÓN

    Creemos que Las Escrituras enseñan que para ser salvo hay que ser regenerado o sea nacer de nuevo (1) ; que consiste la regeneración en comunicar al alma el carácter santo (2) ; que el poder del Espíritu Santo en unión de la verdad divina (3) , efectúa la regeneración de una manera que no está al alcance de nuestra inteligencia, consiguiéndose así que voluntariamente obedezcamos el evangelio (4) ; y se ve evidencia realmente en lo sanos frutos de arrepentimiento, fe y novedad de vida (5).

VII-(1) Juan 3:3, 6, 7; Apocalipsis 7:13, 14; 21:27
VII-(2) 2ª Corintios 5:17; Ezequiel 36:26; Deuteronomio 30:6; Romanos 2:28, 29
VII-(3) Juan 3:8; 1:13; Santiago 1:16-18; 1 Corintios 1:30; Filipenses 2:13
VII-(4) 1ª Pedro 1:22, 23; 1ª Juan 5:1; Efesios 4:20-24; Colosenses 3:11
VII-(5) Efesios 5:9; Romanos 8:9; Gálatas 5:16-23; Mateo 3:8-10; 7:20; 1ª Juan 5:14, 18

VIII. EL ARREPENTIMIENTO Y LA FE

    Creemos que Las Escrituras enseñan que son deberes sagrados el arrepentimiento y la fe, y asimismo que son gracias inseparables, labradas en el alma por el Espíritu Regenerador Divino (1) ; mediante las cuales, profundamente convencidos de nuestra culpa, del peligro de nuestro estado y de nuestra impotencia, como también de lo referente al camino de salvación mediante Cristo (2) , nos volvemos hacia Dios sinceramente contritos, confesándonos con Él e implorando Su misericordia; cordialmente reconociendo, a la vez, al Señor Jesucristo como Profeta, Sacerdote, y Rey nuestro, en quien exclusivamente confiamos en calidad de Salvador único y omnipotente (3).

VIII-(1) Marcos 1:15; Hechos 11:18; Efesios. 2:8; 1ª Juan 5:1.
VIII-(2) Juan 16:8; Hechos 2:38; 16:30, 31
VIII-(3) Romanos 10:9-11; Hechos 3:22, 23; Hebreos 4:14

IX EL PROPÓSITO DE LA GRACIA DIVINA

    Creemos que Las Escrituras enseñan que la elección es aquel propósito eterno de Dios según el cual misericordiosamente regenera, santifica y salva a los pecadores (1) ; que por ser este propósito perfectamente consecuente con el albedrío humano, abarca todos los medios junto con el fin (2) que sirve de manifestación gloriosísima de la soberana bondad divina (3) ; que absolutamente excluye la jactancia, promoviendo humildad (4) que estimula al uso de los medios; que puede conocerse viendo sus efectos en todos los que realmente reciben a Cristo (5) ; que es fundamento de la seguridad cristiana ; y que cerciorarnos de esto, por lo que nos concierne personalmente, exige y merece suma diligencia de nuestra parte (6).

IX-(1) 2ª Timoteo 1:8, 9
IX-(2) 2ª Tesalonicenses 2:13, 14.
IX-(3) 1ª Corintios 4:7; 1:26-31; Romanos 3:27
IX-(4) 2ª Timoteo 2:10; 1ª Corintios 9:22; Romanos 8:28, 30
IX-(5) 1ª Tesalonicenses 1:4
IX-(6) 2ª Pedro 1:10, 11; Filipenses 3:12; Hebreos 6:11

X. LA SANTIFICACIÓN

    Creemos que Las Escrituras enseñan que la santificación es aquel procedimiento mediante el cual se nos hace partícipes de la santidad de Dios, según la voluntad de Éste (1) ; que es obra progresiva (2) , que principia con la regeneración; que la desarrolla en el corazón fiel la presencia y el poder del Santo Espíritu, Sellador y Consolador, empleándose contínuamente los medios señalados, sobre todo, La Palabra de Dios, y también el examen propio, la abnegación, la vigilancia y la oración (3) , practicando todo mandamiento de Dios y cumpliendo todo deber piadoso (4).

X-(1) 1 Tesalonicenses 4:3, 5:32; 2ª Corintios 7:1; Efesios 1:4
X-(2) Proverbios 4:18.
X-(3) Filipenses 2:12; Efesios 4:11, 12; 1ª Pedro 2:2; 2ª Pedro 2:2; 2ª Pedro 3:18; 2ª Corintios 13:5; Lucas 11:35; 9:23; Mateo 26:18; Efesios 6:18; 4:30
X-(4) 1ª Timoteo 4:7

XI. LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS

    Creemos que Las Escrituras enseñan que los verdaderos regenerados, los nacidos del Espíritu, no apostatarán para perecer irremediablemente, sino que permanecerán hasta el fin (1) ; que su adhesión perseverante a Cristo es la señal notable que los distingue de los que superficialmente hacen profesión de fe (2) ; que por el bien de ellos vela la Providencia especial (3) ; y que son custodiados por el poder de Dios para la salvación mediante la fe (4).

XI-(1) Juan 8:31; 1ª Juan 2:27, 28
XI-(2) 1ª Juan 2:19
XI-(3) Romanos 8:28; Mateo 6:30-33; Jeremías 32:40
XI-(4) Filipenses 1:6; 2:12, 13

XII. LA LEY Y EL EVANGELIO

    Creemos que Las Escrituras enseñan que la Ley de Dios es la norma eterna e invariable de Su gobierno moral (1) , que es santa, justa y buena (2) ; que la única causa de la incapacidad para cumplir los preceptos de ella, atribuida por Las Escrituras al hombre caído, es la naturaleza pecaminosa de éste (3) , libertarnos de la cual, y restituirnos mediante Intercesor a la obediencia a la obediencia de la Santa Ley, es uno de los principales objetos propuestos en el Evangelio, y también de los medios de gracia relacionados con el establecimiento de la iglesia (4) .

XII-(1) Romanos 3:31; Mateo 5:17; Lucas 16:17; Romanos 3:20; 4:15
XII-(2) Romanos 7:12; 7:7, 14, 22; Gálatas 3:21; Salmos 119
XII-(3) Romanos 8:7, 8
XII-(4) Romanos 8:2-4

XIII. UNA IGLESIA EVANGÉLICA

    Creemos que Las Escrituras enseñan que una iglesia de Cristo es una agrupación de fieles bautizados (1) , asociados mediante pacto en fe y en la comunión del evangelio (2) ; la cual practica las ordenanzas de Cristo (3) ; es gobernada por las leyes de éste (4) ; y ejerce los dones, derechos y privilegios que a ella otorga la palabra del mismo (5) y cuyos únicos oficiales bíblicos son el pastor y obispo, y los diáconos (6) ; estando definidos los requisitos, derechos y obligaciones de estos oficiales en las epístolas de Pablo a Timoteo y Tito.

XIII-(1) Hechos 2:41, 42.
XIII-(2) 2ª Corintios 8:5-6
XIII-(3) 1ª Corintios 11:2
XIII-(4) Mateo 28:20; Juan 14:15
XIII-(5) 1ª Corintios 14:12
XIII-(6) Filipenses 1:1; Hechos 14:23; 15:22; 1ª Timoteo 3; Tito 1

XIV. EL BAUTISMO CRISTIANO Y LA CENA DEL SEÑOR

       A. BAUTISMO:

    Creemos que el plan de Dios para la salvación del hombre consiste en llevarle al arrepentimiento y la fe, incluyendo también la profesión de fe, el bautismo y los frutos dignos de arrepentimiento; que Las Escrituras enseñan que el Bautismo cristiano es la inmersión en agua del que tenga fe en Cristo (1) ; hecha en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (2) ; a fin de proclamar, mediante su emblema hermoso, esta fe en el Salvador crucificado, sepultado y resucitado, y también el efecto de la misma fe, a saber, la muerte al pecado y la resurrección a nueva vida del fiel (3) , y que el bautismo es requisito previo para los privilegios de la relación eclesiástica como por ejemplo, la Cena del Señor (4) .

XIVa-(1) Hechos 8:36-39; Mateo 3:5, 6; Juan 3:22, 23; 4:1, 2; Mateo 28:19
XIVa-(2) Mateo 28:19; Hechos 10:47, 48; Gálatas 3:27, 28
XIVa-(3) Romanos 6:3; Colosenses 2:12
XIVa-(4) Hechos 2:41; Mateo 28:19, 20

     B. CENA DEL SEÑOR:

    Creemos que Las Escrituras enseñan que la Cena del Señor es compartir el pan y el vino que representan el Cuerpo y La Sangre de Cristo, y que de ella participan los miembros de la iglesia reunidos para el efecto (1) , conmemorando así la muerte de su Señor (2) , proclamando la fe que le tienen, su participación en los beneficios de Su sacrificio, su necesidad de que les suministre vida y nutrimiento espirituales (3) , y su esperanza de la vida eterna en virtud de la resurrección de Cristo de entre los muertos; y que debe preceder a su observancia el examen detenido de sí mismo por cada uno de los que participan (4) .

XIVb-(1) Lucas 22:19, 20; Marcos 14:20-26; Mateo 26:-27-30; 1ª Corintios 11:27-30; 10:16
XIVb-(2) 1ª Corintios 11:26; Mateo 28:20
XIVb-(3) Juan 6:35, 54, 56
XIVb-(4) 1ª Corintios 11:28 

XV. EL DÍA DEL SEÑOR

    Creemos que Las Escrituras enseñan que es Día del Señor el primero de la semana y que los cristianos se reunían en él para celebrar la Santa Cena (1) , y que es el día señalado para reunirnos con los hermanos en adoración al Señor y en atenta escucha de su Palabra (2) , priorizando las obras de misericordia (3) , valiéndose con devoción de todos los medios de gracia, privados y públicos (4) , y preparándose así para el descanso que le queda al pueblo de Dios;

XV-(1) Hechos 20:7
XV-(2) Éxodo 20:8; Apocalipsis 1:10; Salmos 118:24
XV-(3) Isaías 58:13, 14; 56:2-8
XV-(4) Hebreos 10:24, 25; Hechos 13:44

XVI. EL GOBIERNO CIVIL

    Creemos que Las Escrituras enseñan que existe el gobierno civil por disposición divina, para los intereses y el buen orden de la sociedad humana (1) ; y que debemos orar por los magistrados honrándolos en conciencia y obedeciéndoles (2) , salvo en cosas que sean opuestas a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo (3) , único dueño de la conciencia y príncipe de los reyes de la tierra (4) .

XVI-(1) Romanos 13:7
XVI-(2) Mateo 22:21; Tito 3:1; 1ª Pedro 2:13; 1ª Timoteo 2:1-8
XVI-(3) Hechos 5:29; Mateo 10:28; Deuteronomio 3:15-18; Hechos 4:18-20
XVI-(4) Mateo 23:10; Apocalipsis 19:16; Salmos 72:11; Salmos 2; Romanos 14:9-12

XVII. LOS JUSTOS Y LOS IMPÍOS

    Creemos que Las Escrituras enseñan que hay diferencia radical y esencial entre los justos y los impíos (1) , que en la estimación de Dios no hay justos verdaderos aparte de los regenerados; éstos han sido justificados mediante la fe en Jesucristo, y santificados por el Espíritu Divino (2) ; que, a los ojos de Dios, son impíos y malditos mientras sigan impenitentes e incrédulos (3) ; y que, al morir, se hace permanente esta diferencia entre unos y otros por toda la eternidad (4) .

XVII-(1) Malaquías 3:18; Proverbios 12:26; Isaías 5:20; Génesis 18:23; Jeremías 15:19; Hechos 10:34, 35
XVII-(2) Romanos 1:17; 1 Juan 3:7; Romanos 6:28, 22; 1ª Corintios 11:32; Proverbios 11:31; 1ª Pedro 4:17
XVII-(3) 1ª Juan 5:19; Gálatas 3:10; Juan 3:36; Isaías 57:12; 55:6, 7; Salmos 10:4
XVII-(4) Proverbios 14:32; 10:24; Lucas 16:25; Juan 8:21-24; Lucas 12:4, 5;11:23-36; Juan 12:25-36; Eclesiastés 3:17

XVIII. EL MUNDO VENIDERO

    Creemos que Las Escrituras enseñan que se acerca el fin de este mundo (1) ; que en el día postrero Cristo descenderá del cielo (2) , y levantará los muertos del sepulcro para que reciban su retribución final (3) ; que entonces se verificará una separación solemne (4) ; que los impíos serán sentenciados al castigo eterno, y los justos al gozo sin fin (5) ; y que este juicio determinará para siempre, sobre los principios de la justicia, el estado final de los hombres, en el cielo o en el infierno (6)

XVIII-(1) 1ª Pedro 4:7; 1ª Corintios 7:29-31; Hebreos 1:10-12; Mateo 24:35
XVIII-(2) Hechos 1:11
XVIII-(3) Hechos 24:15; 1ª Corintios 15:12- 58; Lucas 14:14; Deuteronomio 12.2
XVIII-(4) Mateo 13.49; 37-43; 24:30, 31; 25:31-33
XVIII-(5) Mateo 25:31-46; Apocalipsis 22:11; 1ª Corintios 6:9; 10; Marcos 9:43-48
XVIII-(6) 2ª Tesalonicenses 1:6-12; Hebreos 6:1, 2; 1ª Corintios 4:5; Hechos 17:13; Romanos 2:2-16; 1ª Juan 2:28; 4:17; 2ª Pedro 3:11, 12.

Acerca de nosotros

Bienvenido/a

Somos un grupo de personas a las que por la gracia de Dios se nos ha mostrado cuán grande es el amor del Señor. Hemos visto en la persona y obra de Jesucristo a nuestro Señor y Salvador. Al arrepentirnos de nuestros pecados hemos recibido el perdón y la vida eterna. Sentimos como su Espíritu Santo nos transforma, llenándonos de la paz y la alegría de la salvación. Te animamos a que vengas y escuches mensajes prácticos para la vida diaria, inspirados en la sabiduría de Dios que encontramos en su Palabra. Ponemos a tu disposición las grabaciones de nuestros cultos dominicales para que por medio de estos vídeos puedas conocernos mejor, y sobre todo lo que conozca a Jesús, nuestro Señor y Salvador, ya que es Él quien ocupa el lugar central de nuestra vida personal y comunitaria.
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